LOS
HIJOS DE LA POSTVERDAD Y LA ÉTICA PERIODÍSTICA
Es
indudable que el desarrollo de la tecnología de la comunicación en los últimos
años, ha cambiado la forma no solo de acceder a la información, sino también de
generarla y distribuirla. Lo que ha acarreado nuevos retos a quienes se dedican
a ello: los periodistas.
Es
así que los autores de Ética periodística
en la era digital, Javier Darío Restrepo y
Luis Manuel Botello, proponen un manual de acciones a seguir, por parte
de los que consideran los periodista de
la postverdad, que se desempeñan en un contexto de inmediatez y de verdades
a medias o incompletas; de mentiras o de información falsa distribuidas por la
internet, venidas de los bajos fondos de la comunicación, que sirven a
intereses de poder.
La
salida, dicen ellos, ante este contexto de postverdad, es primeramente, la
ética periodística clásica, en la que el compromiso con la
verdad, la independencia y la responsabilidad con la sociedad van por
delante. Anteponiendo un periodismo real en el que prevalezca el deseo de
servir a la gente de a pie antes que a la del poder. Porque la tarea primordial
del periodista es estar siempre del lado de la justicia y de los que sufren.
¿Qué
es más importante el dinero o el interés de servir a la verdad? Es una pregunta
que se hace en el manual periodístico en comento por parte de sus autores, la
que se va develando a partir de dilemas que les van sucediendo a personajes del
periodismo como e
Josep Pulitzer o Ryszard Kapuscinski, en las que se pone en juego la conciencia
solitaria del periodista ante situaciones en las que se ven involucradas vidas
humanas, en momentos críticos como la violencia social, la guerra, o el
terrorismo. Y en las que los compromisos éticos del periodista, ante su labor y
esencia humana, deben salir a flote, siempre en favor de la vida, la justicia y
la paz; sobre todo la paz.
Ética
periodística en la era digital
de Javier Darío Restrepo y Luis Manuel Botello,
es un documento valioso, una metodología, una agarradera ética para quienes nos
queremos desempeñar en la labor periodística, con la responsabilidad de servir
en todo momento a la verdad, antes que al dinero; o a los intereses de los
corporativos mediáticos, que en su afán de lucro tergiversan la labor
periodística, bajo la perspectiva de ganar rating y por ende dinero y más
dinero.
La
travesía de Ética
periodística en la era digital, se lleva a cabo en 10
capítulos (la postverdad, las noticias al instante, la verdad en tiempos de violencia,
¿para qué investigar?; el periodista y el Otro, la independencia, entre lo
sensacional y lo real, ¿cualquiera puede ser periodista?; una nueva estructura financiera
y ¿Una nueva ética? Hasta arribar al puerto de las conclusiones, donde los
autores nos reiteran la demanda de seguir transitando sobre los valores éticos
del compromiso con la verdad, la independencia y la responsabilidad con la
sociedad:
“A
pesar de los cambios tecnológicos, los principios de búsqueda de la verdad, de dar
voz a los que no tienen, de ser responsables de lo que hacemos, de actuar con independencia
y transparencia ante nuestras audiencias, deben seguir guiando el trabajo periodístico.
De esta forma se podrá seguir fortaleciendo el valor principal del periodismo:
su credibilidad, un valor fundamental ante el nuevo ecosistema mediático del
Siglo XXI”.
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